Sagrado Reyno Oriental Católico del Uruguay

Sagrado Reyno Oriental Católico del Uruguay
¡Arriba el Sagrado Uruguay! ¡VIVA NUESTRA SEÑORA DE LOS 33 ORIENTALES! ¡VIVA CRISTO REY!

martes, 25 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad 2012!

A todos los lectores de Fundamentalismo Oriental y mis otros blogs, les deseo una muy feliz y santa Navidad.
Desde MilesChristi:


¿CÓMO TE PREPARAS PARA LA NAVIDAD?

Desde SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS

Queridos hermanos, estamos en la víspera del nacimiento del Santo Niño Jesús;muchos de nuestros hermanos confundidos por el ruido de la vida, viven de lo exterior, de lo intrascendente, de lo que el viento se lleva…

Se apresuran a comprar algunas cosas, a preparar alguna cena, algún brindis, y esas cosas… Ruido por todas partes, ruido en la calle, en tu casa y en tu alma.

¿Dónde queda el Niñito Jesús?, ¿Cómo te preparas tú para la navidad?...también piensas comprar una botella de vino y hacer una buena cena…

Disculpa la pregunta, pero ¿vas a comulgar esta navidad?, ¿no te gustaría darle un regalo al niño pobre que ese día, como muchos otros, se acostara a dormir con hambre…?

El Santo niño Jesús nació en la misma pobreza, y en cambio nosotros, queremos tenerlo todo…

Este día de navidad, Dios te va a visitar, tenlo por seguro; y se quedara contigo si tú lo recibes, si tú le abres las puertas de tu corazón. Y sabes… el Santo Niño Jesús no pide grandes cosas, es tan bueno que se conforma con tan poco… Un corazón contrito y humillado.

¿Verdad que te gustaría hacer una buena confesión?, verdad que sí, háblale a quien tiene mucho que le guardas sentimiento y si no es mucho pedir, apártate de los demás y dile al Santo Niño Jesús que te cambie, que te haga de nuevo y sobre todo que te de fuerzas para resistir a la tentación…

No te impacientes, ten calma, quita poco a poco lo que te separa de Dios, quita lo intrascendente, el ruido y podrás escuchar mejor al Señor en tu corazón.

La soledad y el silencio nos ayudan tanto a encontrarnos a nosotros mismos, a ver la vanidad del mundo, a encontrar el camino perdido.

Qué ironía, hoy como hace dos mil años, no hay lugar para Dios; dice el Santo Evangelio: "Y dio a luz a su Hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada…"ahora tampoco hay lugar en muchas almas para arrepentirse de corazón, para recibirlo… no tienen lugar porque están ocupados en mil bagatelas, en tantas prisas que ya no saben ni lo que quieren… que no te pase a ti lo mismo.

Querido hermano, cuando tengas un momento de soledad, pídele perdón al Santo Niño Jesús y que te ayude con tu pobre y miserable naturaleza humana; ten confianza, el niñito Jesús es muy bueno… y te quiere tanto, que por ti, solo por ti, quiere sufrir hambre y miseria, para que tú seas feliz… 
Santo Niño Jesús, te pido con todas la fuerzas de mi pobre corazón, por todos mis hermanos, por todos los hombres, para que tu mano santa nos bendiga esta navidad; aunque miserables pecadores, en el fondo de nuestro corazón llevamos escondida la sed de ti, de paz y de amor.

Que Dios y María Santísima los bendiga.

+ Pbro. Hernán Arturo Vergara Monroy

miércoles, 12 de diciembre de 2012

¡Él es el Que ES!

Desde Miles Christi.

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Miércoles, 1 de agosto de 2012

YAHVEH, EL QUE EXISTE POR SÍ MISMO

Queremos durante esta semana (de hoy hasta el 4 de Agosto) rendir un homenaje a Yahveh, Dios Padre Todopoderoso (a quien sea dada toda la Gloria con el Hijo y el Espíritu Santo per sécula seculorum, Amén).   A este propósito, republicamos este artículo de SURSUM CORDA sobre el Nombre de Dios desde una perspectiva patrística.

EL QUE EXISTE POR SÍ MISMO
En el libro de Éxodo leemos que Moisés pregunta al Señor:
“Si voy a los israelitas y les digo: ‘El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros’, y si ellos me preguntan ‘¿Cuál es su nombre?’ ¿qué les diré? Dios respondió a Moisés “Yo Soy el que Soy”. (Ex 3: 13-14).
Vocación de Moisés
Junto con primer versículo de Génesis, éste debe ser uno de los que más atención a reclamado de parte de los hermeneutas. Cualquier nota en una Biblia católica (una buena Biblia católica) nos expone parte del interesante debate que se ha realizado, desde la Patrística sobre las contundentes palabras de Dios: “Yo Soy el que Soy”. La mayoría de los críticos (especialmente desde el Siglo XVIII a la actualidad) han interpretado esta respuesta como una evasión a la pregunta de Moisés. Dios le da un hombre, YHWH el cual hasta el día de hoy los judíos herederos de la tradición rabínica (no los karaítas) se niegan a pronunciar.
En esta publicación quisiera que recuperemos la interpretación de la filosofía patrística y finalmente hacer una pequeña reflexión sobre esta nueva hermenéutica. Debemos a San Gregorio de Nisa considerar que la respuesta “Yo Soy el que Soy” como un punto de partida para la definición ontológica de Dios. Por su parte, San Gregorio Nacianceno consideró la respuesta de Dios como una revelación de la naturaleza divina:
“Los nombres más propios de la esencia de Dios son el ‘ente’ y el de ‘Dios’; y el mas propio de estos es el nombre de ‘ente’, no sólo porque Dios mismo lo enseñó a Moisés (…) sino porque por él buscamos decir la naturaleza que tiene por sí el ser mismo y que no lo une con otra cosa” (Discursos teológicos IV, 18).
Dios es ante todo ente, eso significa Dios Es. Ahora bien, Dios le dice a Moisés “Yo soy el que soy”, es decir, Es Él Mismo, no un ser que se confunde con otro, sino un Ser que en sí mismo existe, que existe por sí mismo, no es creado, no fue formado, sino que autoexistente y es consciente de esa autoexistencia. De esta manera se define el primer atributo de la divinidad: la Existencia sin dependencia de ningún ser, porque es el primero y también el ser por el cual los demás pueden existir. ¡Hermosa revelación a la inteligencia limitada de los hombres que no podemos escapar del proceso de causa-consecuencia! Pensemos que en la filosofía griega esta propiedad de la divinidad era absolutamente desconocida. Recordemos: el Demiurgo de Platón coexiste con la materia, las ideas y el tiempo. “Yo soy el que soy”, es decir, “el que existe por sí mismo”. Por eso San Gregorio Nacianceno concluye que Dios es el único ser propiamente con calidad de tal, ya que no está circunscripto a nada que le sea anterior ni posterior. San Hilario, continuando en esta línea afirma “nada es más propio de Dios que ‘el Ser’”.
Retomamos, la respuesta de la Divinidad al hombre que, temeroso se asomó a ver el asombroso hecho de la zarza que ardía sin consumirse es la obscura luz de la Naturaleza Divina, que no podemos comprender si no es con el auxilio de la Gracia, y aún así sólo llegaremos a un conocimiento limitado a nuestra inteligencia humana, mortalmente herida por el pecado original. Dios nos eleva de nuestra miserable condición para que podamos conocerle y amarle, nos restituye aquello que perdimos con la caída de los Padres. Allí está la verdadera apocatástasis de aquellos cuyo nombre está inscripto en el Libro de la Vida y que podrán contemplar al Creador cara a cara.
Pero no podemos concluir este breve examen de Éxodo 3, 14 sin referirnos a la moderna hermenéutica. La misma sostiene que la respuesta de Dios a Moisés no es una revelación ontológica, sino, únicamente una evasión. Dios no le dice “Yo soy el que existe por sí mismo”, no afirma ser el único Dios, y por lo tanto el único Ser propiamente definible como tal… por el simple hecho de que la mentalidad hebrea es primitiva y no había alcanzado aún (de ser histórico tal suceso, algo que los más modernos “críticos” niegan) tal desarrollo de la filosofía. ¿Qué implica esto? Implica la imperfección de la revelación y que la misma está sujeta a un crecimiento, a una evolución. Volvemos aquí a los errores kantianos sobre la imposibilidad de conocer la esencia de las cosas, aún con nuestra inteligencia herida mortalmente, sino únicamente los fenómenos, es decir, el revestimiento externo, y por lo tanto, un conocimiento perfectible y mudable. Un conocimiento, volvemos, evolutivo. ¿Por qué Dios no podía decirle a Dios que Él Es el Que Existe por Sí Mismo? Por que los griegos nunca llegaron a esa idea. Sinceramente se trata de una respuesta carente de toda lógica. La filosofía profana, como todo conocimiento que no provenga de Dios es limitado y circunscripto a la contigencia humana; pero el conocimiento que proviene de Dios, es decir, el que es infundido por el Creador tiene como fin ordenar todo a Dios. Un argumento comparable es el que utilizan aquellos que defienden la ordenación de mujeres al sacerdocio cuándo pretextan que Cristo no eligió a mujeres entre los apóstoles por las convenciones sociales e históricas de su tiempo. ¿Acaso está Cristo atado a la temporalidad y a las leyes del hombre? ¿Acaso Dios, volviendo, se encuentra limitado a la inteligencia humana? En distintos momentos históricos Dios decidió levantar a los hombres de su miserable condición para que le conocieran y le amaran, estableciendo así sucesivos pactos.
Limitar el significado del texto bíblico, haciéndolo mero accidente de una época no es otra cosa que negar que se trate de el Único Texto que tiene por autor al Mismo Dios. Nosotros como católicos estamos obligados a creer que la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios. En ella, Dios se nos revela como se le reveló a Moisés en el Monte. Cuándo Dios se revela a Moisés des-vela su majestad. Moisés recibió por voluntad de Dios la ousía de la Divinidad y fue comisionado a transmitirla junto con el mensaje de liberación. De la misma manera nosotros, fieles de la Iglesia Católica estamos obligados a transmitir la Verdad, que es Cristo Mismo. Moisés se enfrentó a la incredulidad de los Israelitas y el poderío del Faraón.
Nosotros tenemos como adversarios al Mundo y a Su Príncipe.

Moisés tenía el conocimiento y la Fe.

Nosotros también.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Dice José Antonio...

Desde Battle Serk.

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19 de julio de 2012

José Antonio define el liberalismo

Nota: no asumo, a día de hoy, la tesis nacional-sindicalista, ni soy falangista.

martes, 20 de noviembre de 2012

Recordemos el 20-N

Hoy recordamos el fallecimiento de D. José Antonio Primo de Rivera en 1936 y del Generalísimo D. Francisco Franco en 1975. Un pequeño homenaje para ambos:

20 N !!ES POR TU NACIÓN!!

Un artículo desde la Metapedia:

20-N

Bandera de España durante el Franquismo. Esta bandera fue oficial hasta 1977 y es utilizada con profusión en las conmemoraciones del 20-N.
20-N o 20N es el nombre que recibe en España el día 20 de noviembre en el contexto de la conmemoración del aniversario de los fallecimientos de José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco por parte de falangistas, franquistas y otros grupos nacionalistas.

Contenido

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El 20-N durante el franquismo (1936-1975)

El 20 de noviembre de 1936, en los inicios de la Guerra Civil Española, fue fusilado cobardemente en Alicante José Antonio, fundador de Falange Española. Posteriormente, la propaganda del franquismo hizo de Primo de Rivera, al que en la época se le nombraba simplemente como José Antonio, un mártir precursor de su causa y el 20 de noviembre se convirtió oficialmente en el Día del Dolor.

La muerte de Franco y los primeros 20-N

El 20 de noviembre de 1975 es también la fecha oficial de la muerte de Francisco Franco. La coincidencia en la fecha hizo que el 20 de noviembre se convirtiera en la fecha escogida por los que recuerdan al régimen franquista para manifestarse, aprovechando las conmemoraciones de ambos aniversarios.
El 20 de noviembre de 1976, se ofició un funeral oficial en el Valle de los Caídos, presidido por los Reyes de España, Juan Carlos I y Sofía de Grecia, al que acudieron miembros del Gobierno, altas jerarquías de las distintas instituciones civiles y militares y de la Secretaría General del Movimiento Nacional y un millar de jefes y oficiales de los tres Ejércitos. Durante el funeral se rindieron honores militares.
Ese mismo día se celebró en el mismo lugar otro funeral convocado por la Fundación Nacional Francisco Franco reunió a decenas de miles de asistentes, unos cincuenta mil según los convocantes.
En el resto del país se celebraron numerosos actos organizados por las autoridades o sectores falangistas, fundamentalmente funerales y misas.

En 20-N en la actualidad

Un lugar importante en el conjunto de actos que se celebran ese día era el Valle de los Caídos, ya que allí están enterrados tanto José Antonio como Franco). Los nacionalsindicalistas que acudían al Valle de los Caídos realizaban el homenaje en la tumba de Jose Antonio, pero nunca en la de Franco; mientras que los falangistas de Falange Auténtica realizaban su homenaje en Alicante donde fue fusilado Jose Antonio, evitando coincidir con los franquistas que acuden al Valle.
Con la entrada en vigor de la vengativa Ley de Memoria Histórica en el Valle de los Caídos no pueden realizarse actos que recuerden al gobierno de Franco, por lo que este lugar ha dejado de ser el centro de las conmemoraciones. El 20 de noviembre de 2008 pocas personas acudieron a la misa funeral en el Valle de los Caídos, en medio de un escalofriante y antidemocrático despliegue policial que aseguraba el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
En este contexto, y por decisión del abad del monasterio del Valle de los Caídos, el funeral en memoria de Franco y José Antonio se sustituirá, a partir de 2009 por unas exequias por los caídos en ambos bandos durante la Guerra Civil que se celebrará en 3 de noviembre; mientras que la memoria litúrgica de los aniversarios de Franco y José Antonio, se efectuará durante la misa conventual del día 20 de noviembre.
Ese mismo año de 2007, uno de los actos centrales de las conmemoraciones del 20-N convocado por la Confederación Nacional de Combatientes, del sector franquista más ortodoxo, se reunieron cien personas en la Plaza de Oriente de Madrid.

El 20-N en el cine y la literatura

  • El libro Alcalá 20-N basa su título en este significado.
  • La película 20 N, los últimos días de Franco (España, 2008) narra estos acontecimientos.

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domingo, 28 de octubre de 2012

Recordemos al Duce...Marcha sobre Roma

Hoy es el importantísimo día en que todos los seres del universo debemos reconocer la Reyecía y Supremacía absoluta de N.S. Jesucristo, quien es el Rey de Reyes, Emperador del Universo. Él siempre ha tenido, tiene y tendrá a muchos fieles servidores, que podemos considerarlos como siervos de Dios y personas bienaventuradas por la Providencia. Uno de los instrumentos de la Divina Providencia, ya que hoy además es 28 de octubre, fue el Duce Benito Mussolini, definido por Su Santidad Pío XI así: "Mussolini es un enviado de la Divina Providencia". ¡Viva el Duce y su marcha del 28 de octubre de 1922! ¡Viva el último César! 

28 de OCTUBRE DE 1922, MARCHA SOBRE ROMA


Videos: 

Marcha en Roma (1922).

Credere, Obbedire, Combattere (Creer, Obedecer, Combatir).

Click aquí

Himno de la Repubblica Sociale Italiana.

Información de la Metapedia

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Marcha sobre Roma

O Roma o Morte! (O Roma o Muerte!)
"No tenemos más que un amor: Italia. Ay de aquel que quiera dañarla ! La Biblia dice en su doctrina: "ojo por ojo, diente por diente". Nosotros los fascistas decimos: "Dos ojos por un ojo y dos dientes por un diente" (Benito Mussolini al corresponsal del Chicago Tribune, 30/10/1922)

Contenido

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28 de Octubre de 1922

Los Quadrumviro de derecha a izquierda Italo Balbo, Mussolini, Cesare De Vecchi, Emilio De Bono y Michele Bianchi
Hace 85 años atras, la Historia Universal resultaba sacudida por un hecho trascendente: un Hombre -Benito Mussolini- y un Pueblo -el de Italia- le demostraban al mundo que era posible un socialismo distinto y auténtico. Mientras la revuelta bolchevique terminaba con millones de vidas en Rusia, la Italia Fascista aparecia sobre el escenario político con energía y fuerza pero sin la manía destructora del marxismo.
El espíritu y sacrificio de disciplina que rigió toda la acción del Partido Nacional Fascista salió, en verdad, airosa en la prueba decisiva de los acontecimientos acaecidos entre los días 27, 28 y 29 de octubre de 1922. Para comprender bien los movimientos registrados durante los años de post-guerra, hay que remontarse a las dos últimas décadas. En ese lapso los gabinetes que vinieron sucediéndose hicieron paulatinamente concesiones a los elementos radicales, especialmente durante la guerra, cuando se prometió a los hombres que luchaban en las trincheras que al regreso a sus hogares se hallarian con un programa de mejoras sociales, entre los que figuraba la libre distribución de la tierra y otras mejoras que favorecian enormemente a la clase pobre y trabajadora.
Pero terminó la guerra y el programa prometido no se cumplió en todas sus partes, lo que provocó el descontento de esta gente que vio en esos momentos como única solución el movimiento socialista y extremista. Fue así como el Partido Socialista en las elecciones de 1919 logró sacar triunfante a un crecido número de sus candidatos a diputados. A este triunfo electoral socialista siguió el movimiento, francamente subversivo, de los elementos extremistas, quienes procedieron a la ocupación de fábricas. Siempre contando con el apoyo de los descontentos, el aparato subversivo continuó realizando su obra a un extremo tal, que el nacionalismo creyó llegado el momento de reaccionar para salvar al país de una hecatombe.

Alrededor del Duce

Los Quadrumviro Michele Bianchi liderando seguido por Cesare De Vecchi (en pantalones ligeros), y Benito Mussolini. En la Marcha sobre Roma
Fue de esta forma que un grupo de ex-combatientes se reunió alrededor de Benito Mussolini, emprendiendo una activa y enérgica campaña. El contingente inicial que no excedería de 60 hombres y que había nacido en la ciudad de Milán en 1919, vio poco a poco engrosar sus filas hasta que un año despues, siendo ya bastante elevado su número, se lanzó a una franca lucha contra los elementos extremistas y antipatriotas.
Los fascistas se vieron obligados a proceder enérgicamente y aun a perturbar el orden formal con objeto precisamente de llegar al restablecimiento completo del orden real y a salvar al país de una revolución marxista y de una completa ruina.
El movimiento fascista culminó en la acción desarrollada entre los días 27 y 29 de octubre, con su revolución pacífica, ordenada y sin derramamientos de sangre. Por todo ello las viejas clases que habían gobernado al país hasta esa fecha, comprendieron que había llegado el momento de dejar el camino expedito a las fuerzas jóvenes. El Fascismo se propuso, según manifestaron siempre sus dirigentes: adoptar enérgicas medidas para balancear el presupuesto nacional cortando por completo todos aquellos gastos innecesarios.
Aquella mañana del 27 de octubre de 1922 se conoce, la hasta entonces secreta, movilización de los fascistas. Queda constituido el Cuartel General en Perugia y los preparativos siguen su curso. Al día siguiente, los habitantes de Milán despiertan para enterarse que, durante la noche, todos los edificios de la ciudad, que despiertan cierta importancia, han sido disciplinadamente tomados. La red ferroviaria del Norte de Italia también se encuentra controlada. Benito Mussolini, sin embargo, no se precipita. Hace silencio y espera. Se sienta en su mesa de trabajo y se prepara. Negocia, telefonea y da sus ordenes. El ambiente es de tensión y de nerviosismo. Pero nadie pierde la cabeza.

Comienza la marcha

La Marcha sobre Roma
Afuera, en las calles, más de 50.000 hombres se han puesto en marcha. No es un ejército regular. No hay uniformes ni armas homogéneas diseñadas. Sólo hay una consigna: "Roma o muerte!". Y ya no se puede retroceder. El gobierno, en un último y desesperado intento por detener la avalancha proclama el estado de sitio. Pero el rey se niega a firmar el decreto, aun a pesar de que Roma ya ha sido cubierta con barricadas, alambradas de pua y otros obstáculos. La reacción ya no tiene sentido. La contrarevolución está ya tan acorralada que ha perdido la batalla sin librarla. Al conocerse la decisión del rey, en las filas fascistas resuena un grito: "Roma es nuestra!". Y la marcha se hace indetenible.
En la redacción de Il Popolo d'Italia la actividad es febril. Y las ediciones especiales salen una detras de la otra. Finalmente el 29 de octubre de 1922 suena el teléfono. Se acabaron las "combinaciones" que aun se intentaban. El viejo régimen está agotado. Y el rey ofrece directamente a Benito Mussolini la tarea de formar nuevo gobierno. Es la rendición incondicional del inepto régimen demoliberal. Y es, también, la victoria incuestionable del Duce.
Ni aun en este umbral de una victoria total, pierde Benito Mussolini el control de sus decisiones. Con precisión dicta los titulares para la próxima edición. Ordena que se apronte un tren para viajar a Roma: "Viajaré a las tres...no, a las ocho. Un tren especial costaría demasiado". Y al Jefe de Estación de Milán le recomienda: "Saldré a las ocho en punto, de acuerdo al horario establecido. De hoy en más, todo tiene que funcionar a la perfección como un reloj". Y ese es el comienzo. Así de simple. Desde ese día, la puntualidad de los trenes italianos, bajo el fascismo, se hará proverbial. El jefe de la Revolución, al dar su primer orden como Jefe de Estado se ha limitado a exigir tres cosas: orden, disciplina y eficiencia.
En Roma, mientras tanto los fascistas han comenzado a llegar desde el día 28. Pero, fuera de algunas escaramuzas intrascendentes, con algunos minúsculos grupos comunistas, la paz general se ha mantenido. Los propios fascistas romanos ganan la calle y las banderas rojas desaparecen como por arte de magia. Roma está preparada para cuando Benito Mussolini llegue.

Júbilo

La seriedad del momento no admite grandes festividades. Pero Mussolini no puede evitar que la columna fascista, cada vez más numerosa, estallen en júbilo saludando al jefe de la Revolución. Estas columnas llenan ya las calles de la antigua Roma. Estas Legiones, Cohortes y Centurias se han adueñado de la Ciudad Eterna, al igual que sus gloriosos antepasados. Pero todo se mantiene bajo control. El pueblo italiano ha asistido a un fenómeno que se hará constante en el surgimiento de los nacionalismos revolucionarios. Una auténtica revolución, profunda y amplia, sin el derramemiento de sangre inocente.
El 30 de octubre de 1922 la Marcha sobre Roma culmina en una gran victoria popular. Sin embargo, ni aun en el pináculo del éxito y del triunfo la ocasión es utilizada para venganzas. El primer gabinete fascista nombrado por Mussolini es, en realidad, un gabinete de coalición. No hay revanchismos inútiles. Sólo hay la firme determinación de un gran hombre que sella la jornada diciendo: "He creado el primer Gobierno Nacional; con él construiré una Nación".
Durante 23 largos, azarosos y dramáticos años, el artífice de aquella hermosa victoria de Octubre del 22 cumplió con su palabra. Benito Mussolini, el Hombre que nunca se dio por vencido, nunca se cansó de insistir que : "El fascismo es un punto de partida y no un punto de llegada".
"Solamente Dios puede doblegar la voluntad del fascismo. Los hombres y las cosas, jamas" (Mussolini, en la fiesta "Victoria del Trigo", 03/12/1934)

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¡Viva CRISTO REY!

Desde Catholicvs:

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Domingo, 28 de octubre de 2012.

Fiesta de Nuestro Señor Jesucristo Rey (útimo domingo de octubre).

En lo temporal, Jesucristo es Rey de todo el mundo. Gravemente erraría quien lo negase, puesto que Él ha recibido del Padre un dominio absoluto sobre toda la Creación. Pero siendo Rey de derecho, de hecho no ha querido fundar sino un reino espiritual: la Iglesia, cuya cabeza invisible es Él, y tiene por lugarteniente a San Pedro y sus sucesores. Cristo ejerce su potestad real sobre las almas, a las cuales gobierna por la fe y por la caridad; sobre la Iglesia, a la cual gobierna por la jerarquía; y sobre la sociedad civil, por cuanto debe ser gobernada acatando los principios de la ley natural, evangélica y canónica. Proclamemos hoy la realeza de Cristo, la única que puede salvar a los pueblos, instaurando en el mundo el imperio de la justicia y la caridad.

OREMVS
OMNIPOTENS SEMPITERNE DEVS QVI IN DILECTO FILIO TVO VNIVERSORVM REGE OMNIA INSTAVRARE VOLVISTI CONCEDE PROPITIVS VT CVNCTAE FAMILIAE GENTIVM PECCATI VVLNERE DISGREGATAE EIVS SVAVISSIMO SVBDANTVR IMPERIO QVI VIVIT ET REGNAT... AMEN

Oremos

Omnipotente sempiterno Dios, que por tu amado Hijo, Rey universal, quisiste restaurar todas las cosas: concede, propicio, que todas las naciones de la tierra, a quienes separa la herida del pecado, se sometan a su suavísimo imperio. Que contigo vive... Amén."

sábado, 13 de octubre de 2012

Por la vida humana...

Desde Battle Serk (escrito por Serk1492).

"12 de julio de 2012

Por la Vida

No me cansaré de insistir en esta cuestión. La Vida es el bien más preciado y nadie tiene derecho a arrebatarlo. Leía el otro día que la mayoría de infantes afectados por el síndrome de Down están "desapareciendo" a causa del aborto. No sé quién está más enfermo, si estas personas que por experiencia propia puedo decir que, al menos en general, son dulcísimas, o nosotros por permitir esta masacre de inocentes. Incluso con Herodes estarían más seguros. Y esto requiere reflexión.
Especialmente dedicado a aquellos que pretenden hacer de este tema un asunto religioso cuando no lo es. No se trata de lo que diga o deje de decir un religioso, sino de si se está matando una vida inocente.
¡a la VIDA! ¡NO al ABORTO!

viernes, 12 de octubre de 2012

¡FELIZ DÍA DE LA RAZA!

A continuación desde la vecina orilla (Argentina), desde Radio Cristiandad, un viejo discurso del Presidente Gral. Juan Domingo Perón: 

Discurso del presidente Juan Domingo Perón sobre la Conquista y el Día de la Raza

12 de octubre de 1947.

Discurso del presidente Juan Domingo Perón en la Academia Argentina de Letras

En 1947, el entonces presidente pronunció un discurso en el cual exaltó la obra de España en América, denunció la “leyenda negra” sobre la Conquista y reivindicó “el Día de la Raza, instituido por Hipólito Yrigoyen”
"No me consideraría con derecho a levantar mi voz en el solemne día que se festeja la gloria de España, si mis palabras tuvieran que ser tan sólo halago de circunstancias o simple ropaje que vistiera una conveniencia ocasional. Me veo impulsado a expresar mis sentimientos porque tengo la firme convicción de que las corrientes de egoísmo y las encrucijadas de odio que parecen disputarse la hegemonía del orbe, serán sobrepasadas por el triunfo del espíritu que ha sido capaz de dar vida cristiana y sabor de eternidad al Nuevo Mundo.
No me atrevería a llevar mi voz a los pueblos que, junto con el nuestro, formamos la Comunidad Hispánica, para realizar tan sólo una conmemoración protocolar del Día de la Raza.
Únicamente puede justificarse el que rompa mi silencio, la exaltación de nuestro espíritu ante la contemplación reflexiva de la influencia que, para sacar al mundo del caos que se debate, puede ejercer el tesoro espiritual que encierra la titánica obra cervantina, suma y compendio apasionado y brillante del inmortal genio de España.
Espíritu contra utilitarismo
Al impulso ciego de la fuerza, al impulso frío del dinero, la Argentina, coheredera de la espiritualidad hispánica, opone la supremacía vivificante del espíritu.
En medio de un mundo en crisis y de una humanidad que vive acongojada por las consecuencias de la última tragedia e inquieta por la hecatombe que presiente; en medio de la confusión de las pasiones que restallan sobre las conciencias, la Argentina, la isla de paz, deliberada y voluntariamente, se hace presente en este día para rendir cumplido homenaje al hombre cuya figura y obra constituyen la expresión más acabada del genio y la grandeza de la raza.
Y a través de la figura y de la obra de Cervantes va el homenaje argentino a la Patria Madre, fecunda, civilizadora, eterna, y a todos los pueblos que han salido de su maternal regazo.
Por eso estamos aquí, en esta ceremonia que tiene la jerarquía de símbolo. Porque recordar a Cervantes es reverenciar a la madre España; es sentirse más unidos que nunca a los demás pueblos que descienden legítimamente de tan noble tronco; es afirmar la existencia de una comunidad cultural hispanoamericana de la que somos parte y de una continuidad histórica que tiene en la raza su expresión objetiva más digna, y en el Quijote la manifestación viva y perenne de sus ideales, de sus virtudes y de su cultura; es expresar el convencimiento de que el alto espíritu señoril y cristiano que inspira la Hispanidad iluminará al mundo cuando se disipen las nieblas de los odios y de los egoísmos.
Por eso rendimos aquí el doble homenaje a Cervantes y a la Raza.
Homenaje, en primer lugar, al grande hombre que legó a la humanidad una obra inmortal, la más perfecta que en su género haya sido escrita, código del honor y breviario del caballero, pozo de sabiduría y, por los siglos, de los siglos, espejo y paradigma de su raza.
Destino maravilloso el de Cervantes que, al escribir El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, descubre en el mundo nuevo de su novela, con el gran fondo de la naturaleza filosófica, el encuentro cortés y la unión entrañable de un idealismo que no acaba y de un realismo que se sustenta en la tierra. Y además caridad y amor a la justicia, que entraron en el corazón mismo de América; y son ya los siglos los que muestra, en el laberinto dramático que es esta hora del mundo, que siempre triunfa aquella concepción clara del riesgo por el bien y la ventura de todo afán justiciero. El saber “jugarse entero” de nuestros gauchos es la empresa que ostentan orgullosamente los “quijotes de nuestras pampas”.
En segundo lugar, sea nuestro homenaje a la raza a que pertenecemos.
Para nosotros, la raza no es un concepto biológico. Para nosotros es algo puramente espiritual. Constituye una suma de imponderables que hace que nosotros seamos lo que somos y nos impulsa a ser lo que debemos ser, por nuestro origen y nuestro destino. Ella es lo que nos aparta de caer en el remedo de otras comunidades cuyas esencias son extrañas a la nuestra, pero a las que con cristiana caridad aspiramos a comprender y respetamos. Para nosotros, la raza constituye nuestro sello personal, indefinible e inconfundible.
Para nosotros los latinos, la raza es un estilo. Un estilo de vida que nos enseña a saber vivir practicando el bien y a saber morir con dignidad.
Nuestro homenaje a la madre España constituye también una adhesión a la cultura occidental. Porque España aportó al occidente la más valiosa de las contribuciones: el descubrimiento y la colonización de un nuevo mundo ganado para la causa de la cultura occidental.
Su obra civilizadora cumplida en tierras de América no tiene parangón en la Historia. Es única en el mundo. Constituye su más calificado blasón y es la mejor ejecutoria de la raza, porque toda la obra civilizadora es un rosario de heroísmos, de sacrificios y de ejemplares renunciamientos.
Su empresa tuvo el sino de una auténtica misión. Ella no vino a las Indias ávida de ganancias y dispuesta a volver la espalda y marcharse una vez exprimido y saboreado el fruto. Llegaba para que fuera cumplida y hermosa realidad el mandato póstumo de la Reina Isabel de “atraer a los pueblos de Indias y convertirlos al servicio de Dios”. Traía para ello la buena nueva de la verdad revelada, expresada en el idioma más hermoso de la tierra. Venía para que esos pueblos se organizaran bajo el imperio del derecho y vivieran pacíficamente. No aspiraban a destruir al indio sino a ganarlo para la fe y dignificarlo como ser humano…
Era un puñado de héroes, de soñadores desbordantes de fe. Venían a enfrentar a lo desconocido; ni el desierto, ni la selva con sus mil especies donde la muerte aguardaba el paso del conquistador en el escenario de una tierra inmensa, misteriosa, ignorada y hostil.
Nada los detuvo en su empresa; ni la sed, ni el hambre, ni las epidemias que asolaban sus huestes; ni el desierto con su monótono desamparo, ni la montaña que les cerraba el paso, ni la selva con sus mil especies de oscuras y desconocidas muertes. A todo se sobrepusieron. Y es ahí, precisamente, en los momentos más difíciles, en los que se los ve más grandes, más serenamente dueños de sí mismos, más conscientes de su destino, porque en ellos parecía haberse hecho alma y figura la verdad irrefutable de que “es el fuerte el que crea los acontecimientos y el débil el que sufre la suerte que le impone el destino”. Pero en los conquistadores pareciera que el destino era trazado por el impulso de su férrea voluntad.
Como no podía ocurrir de otra manera, su empresa fue desprestigiada por sus enemigos, y su epopeya objeto de escarnio, pasto de la intriga y blanco de la calumnia, juzgándose con criterio de mercaderes lo que había sido una empresa de héroes. Todas las armas fueron probadas: se recurrió a la mentira, se tergiversó cuanto se había hecho, se tejió en torno suyo una leyenda plagada de infundios y se la propaló a los cuatro vientos.
Y todo, con un propósito avieso. Porque la difusión de la leyenda negra, que ha pulverizado la crítica histórica serie y desapasionado, interesaba doblemente a los aprovechados detractores. Por una parte, les servía para echar un baldón a la cultura heredada por la comunidad de los pueblos hermanos que constituimos Hispanoamérica.
Por la otra procuraba fomentar así, en nosotros, una inferioridad espiritual propicia a sus fines imperialistas, cuyas asalariados y encumbradísimos voceros repetían, por encargo, el ominoso estribillo cuya remunerada difusión corría por cuenta de los llamados órganos de información nacional. Este estribillo ha sido el de nuestra incapacidad para manejar nuestra economía e intereses, y la conveniencia de que nos dirigieran administradores de otra cultura y de otra raza. Doble agravio se nos infería; aparte de ser una mentira, era una indignidad y una ofensa a nuestro decoro de pueblos soberanos y libres.
España, nuevo Prometeo, fue así amarrada durante siglos a la roca de la Historia. Pero lo que no se pudo hacer fue silenciar su obra, ni disminuir la magnitud de su empresa que ha quedado como magnífico aporte a la cultura occidental.
Allí están, como prueba fehaciente, las cúpulas de las iglesias asomando en las ciudades fundadas por ella; allí sus leyes de Indias, modelo de ecuanimidad, sabiduría y justicia; sus universidades; su preocupación por la cultura, porque “conviene –según se lee en la Nueva Recopilación- que nuestros vasallos, súbditos y naturales, tengan en los reinos de Indias, universidades y estudios generales donde sean instruidos y graduados en todas ciencias y facultades, y por el mucho amor y voluntad que tenemos de honrar y favorecer a los de nuestras Indias y desterrar de ellas las tinieblas de la ignorancia y del error, se crean Universidades gozando los que fueren graduados en ellas de las libertades y franquezas de que gozan en estos reinos los que se gradúan en Salamanca”.
Su celo por difundir la verdad revelada porque –como también dice la Recopilación -”teniéndonos por más obligados que ningún otro príncipe del mundo a procurar el servicio de Dios y la gloria de su santo nombre y emplear todas las fuerzas y el poder que nos ha dado, en trabajar que sea conocido y adorado en todo el mundo por verdadero Dios como lo es, felizmente hemos conseguido traer al gremio de la Santa Iglesia Católica las innumerables gentes y naciones que habitan las Indias occidentales, isla y tierra firme del mar océano”.
España levantó, edificó universidades, difundió la cultura, formó hombres, e hizo mucho más; fundió y confundió su sangre con América y signó a sus hijas con un sello que las hace, si bien distintas a la madre en su forma y apariencias, iguales a ella en su esencia y naturaleza. Incorporó a la suya la expresión de un aporte fuerte y desbordante de vida que remozaba a la cultura occidental con el ímpetu de una energía nueva.
Y si bien hubo yerros, no olvidemos que esa empresa, cuyo cometido la antigüedad clásica hubiera discernido a los dioses, fue aquí cumplida por hombres, por un puñado de hombres que no eran dioses aunque los impulsara, es cierto, el soplo divino de una fe que los hacía creados a la imagen y semejanza de Dios.
Son hombres y mujeres de esa raza los que en heroica comunión rechazan, en 1806, al extranjero invasor, y el hidalgo jefe que obtenida la victoria amenaza con “pena de la vida al que los insulte”.
Es gajo de ese tronco el pueblo que en mayo de 1810 asume la revolución recién nacida; esa sangre de esa sangre la que vence gloriosamente en Tucumán y Salta y cae con honor en Vilcapugio y Ayohuma; es la que bulle en el espíritu levantisco e indómito de los caudillos; es la que enciende a los hombres que en 1816 proclaman a la faz del mundo nuestra independencia política; es la que agitada corre por las venas de esa raza de titanes que cruzan las ásperas y desoladas montañas de los Andes, conducidas por un héroe en una marcha que tiene la majestad de un friso griego; es la que ordena a los hombres que forjaron la unidad nacional, y la que aliente a los que organizaron la República; es la que se derramó generosamente cuantas veces fue necesario para defender la soberanía y la dignidad del país; es la misma que moviera al pueblo a reaccionar sin jactancia pero con irreductible firmeza cuando cualquiera osó inmiscuirse en asuntos que no le incumbían y que correspondía solamente a la nación resolverlos; de esa raza es el pueblo que lanzó su anatema a quienes no fueron celosos custodios de su soberanía, y con razón, porque sabe, y la verdad lo asiste, que cuando un Estado no es dueño de sus actos, de sus decisiones, de su futuro y de su destino, la vida no vale la pena de ser allí vivida; de esa raza es ese pueblo, este pueblo nuestro, sangre de nuestra sangre y carne de nuestra carne, heroico y abnegado pueblo, virtuoso y digno, altivo sin alardes y lleno de intuitiva sabiduría, que pacífico y laborioso en su diaria jornada se juega sin alardes la vida con naturalidad de soldado, cuando una causa noble así lo requiere, y lo hace con generosidad de Quijote, ya desde el anónimo y oscuro foso de una trinchera o asumiendo en defensa de sus ideales el papel de primer protagonista en el escena rio turbulento de las calles de una ciudad.
Señores:
La historia, la religión y el idioma nos sitúan en el mapa de la cultura occidental y latina, a través de su vertiente hispánica, en la que el heroísmo y la nobleza, el ascetismo y la espiritualidad, alcanzan sus más sublimes proporciones. El Día de la Raza, instituido por el Presidente Yrigoyen, perpetúa en magníficos términos el sentido de esta filiación. “La España descubridora y conquistadora –dice el decreto-, volcó sobre el continente enigmático y magnífico el valor de sus guerreros, el denuedo de sus exploradores, la fe de sus sacerdotes, el preceptismo de sus sabios, las labores de sus menestrales y con la aleación de todos estos factores, obró el milagro de conquistar para la civilización la inmensa heredad en que hoy florecen las naciones a las cuales ha dado, con la levadura de su sangre y con la armonía de su lengua, una herencia inmortal que debemos de afirmar y de mantener con jubiloso reconocimiento”.
Si la América olvidara la tradición que enriquece su alma, rompiera sus vínculos con la latinidad, se evadiera del cuadro humanista que le demarca el catolicismo y negara a España, quedaría instantáneamente baldía de coherencia y sus ideas carecerían de validez. Ya lo dijo Menéndez y Pelayo: “Donde no se conserva piadosamente la herencia de lo pasado, pobre o rica, grande o pequeña, no esperemos que brote un pensamiento original, ni una idea dominadora”. Y situado en las antípodas de su pensamiento, Renán afirmó que “el verdadero hombre de progreso es el que tiene los pies enraizados en el pasado”.
El sentido misional de la cultura hispánica, que catequistas y guerreros introdujeron en la geografía espiritual del Nuevo Mundo, es valor incorporada y absorbido por nuestra cultura, lo que ha suscitado una comunidad de ideas e ideales, valores y creencias, a la que debemos preservar de cuantos elementos exóticos pretenden mancillarla. Comprender esta imposición del destino, es el primordial deber de aquellos a quienes la voluntad pública o el prestigio de sus labores intelectuales, les habilita para influir en el proceso mental de las muchedumbres. Por mi parte, me he esforzado en resguardar las formas típicas de la cultura a que pertenecemos, trazándome un plan de acción del que pude decir –el 24 de noviembre de 1944- que “tiene, ante todo, a cambiar la concepción materialista de la vida por una exaltación de los valores espirituales”.
Precisamente esa oposición, esa contraposición entre materialismo y espiritualidad, constituye la ciencia del Quijote. O más propiamente representa la exaltación del idealismo, refrenado por la realidad del sentido común.
De ahí la universalidad de Cervantes, a quien, sin embargo, es precio identificar como genio auténticamente español, mal que no puede concebirse como no sea en España.
Esta solemne sesión, que la Academia Argentina de Letras ha querido poner bajo la advocación del genio máximo del idioma en el IV Centenario de su nacimiento, traduce –a mi modo de ver- la decidida voluntad argentina de reencontrar las rutas tradicionales en las que la concepción del mundo y de la persona humana, se origina en la honda espiritualidad grecolatina y en la ascética grandeza ibérica y cristiana.
Para participar en ese acto, he preferido traer, antes que una exposición académica sobre la inmortal figura de Cervantes, palpitación humana, su honda vivencia espiritual y su suprema gracia hispánica. En su vida y en su obra personifica la más alta expresión de las virtudes que nos incumbe resguardar.
Mientras unos soñaban y otros seguían amodorrados en su incredulidad, fue gestándose la tremenda subversión social que hoy vivimos y se preparó la crisis de las estructuras políticas tradicionales. La revolución social de Eurasia ha ido extendiéndose hacia Occidente, y los cimientos de los países latinos del Oeste europea crujen ante la proximidad de exóticos carros de guerra. Por los Andes asoman su cabeza pretendidos profetas, a sueldo de un mundo que abomina de nuestra civilización, y otra trágica paradoja parece cernirse sobre América al oírse voces que, con la excusa de defender los principios de la Democracia (aunque en el fondo quieren proteger los privilegios del capitalismo), permitan el entronizamiento de una nueva y sangrienta Tiranía.
Como miembros de la comunidad occidental, no podemos substraernos a un problema que de no resolverlo con acierto, puede derrumbar un patrimonio espiritual acumulado durante siglos. Hoy, más que nunca, debe resucitar Don Quijote y abrirse el sepulcro del Cid Campeador.
Juan Domingo Perón"


¡FELIZ DÍA DE LA RAZA! ¡FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD!
¡VIVA NUESTRA SEÑORA DEL PILAR! ¡VIVA CRISTO REY! 
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