Desde Apostolado Caballero de la Inmaculada.
LOS VERDADEROS MÁRTIRES EN ESTOS TIEMPOS
Cuando uno piensa en los mártires, casi siempre cree que murieron en manos de los sionistas, de los romanos, de los nazis y los comunistas, etc. Sin embargo, ahora hay muchos más mártires y padecieron a manos de la iglesia conciliar. Esta nota está dedicada a todos los que vivieron y murieron defendiendo la Verdad después del conciliábulo.
Gral. Francisco Franco Bahamonde (muerto en 1975). El actual arzobispo de Toledo apoyó al movimiento de "memoria histórica" en el despojamiento de los honores que en vida recibió por salvar a España.
S. S. Jan Pablo I (muerto en 1978). Debido a su anhelo de corregir los abusos generados por el conciliábulo, los cardenales lo asesinaron 33 días después de su elección.
Mons. Marcel Lefebvre (muerto en 1991). Excomulgado por Juan Pablo II en 1988 por el "delito" de oponerse al progresismo católico y a la revolución anticristiana.
Dr. Plinio Correa de Oliveira (muerto en 1995). Relegado al ostracismo por la archidiócesis de San Pablo (Brasil) en 1992 tras defender el Catolicismo y la Monarquía Absoluta y fundar la Sociedad de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad.
Mons. Claudio Gatti (aún vive). Dado de baja por Camilo Ruini y Joseph Ratzinger en el 2002 a causa de las apariciones de Nuestra Señora de la Eucaristía y los milagros eucarísticos ocurridos en Impegno e Testimonianza (Compromiso y Testimonio).
Sor Lucía dos Santos (muerta en 2005). En el año 2000 el Vaticano la obligó a aceptar el secreto falso de Fátima so pena de excomunión. Se conoce que el Secreto original conserva un mensaje apocalíptico, y por eso la curia romana lo censuró.
Mons. Richard Williamson (aún vive). Censurado por Benedicto XVI a principios de año por reprochar el mal llamado "holocausto" sionista.
La lista es interminable, pero ellos son los verdaderos mártires de nuestros tiempos, y en consecuencia, han recibido la corona de la santidad.
"Bienaventurados los que murieron en el Señor. Ellos descansarán de sus trabajos, porque sus obras los acompañan". (Apocalipsis de San Juan 14, 13).
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